¿Hasta donde vamos a llegar?

17/06/2010

"Se enseña a matar con dinero público" dice la noticia, publicada en un conocido medio digital, de la organización de un curso de tiro con arco y taxidermia por parte de una federación de caza para chicos de 8 a 16 años, ante la denuncia de una agrupación ecologista.

¿Y dónde está el problema? pues si, claro que sabemos dónde está, en la utilización difamatoria y tendenciosa de las palabras para atacar a una actividad (La caza no la matanza) legal, regulada, ecologista practicante, conservacionista activa, amante de la biodiversidad, del campo y de sus tradiciones.

Pero claro, sólo esta élite auto proclamada guardiana y gestora de los recursos naturales (El ecologismo radical) está en posesión de la verdad y todos los demás seres debemos actuar como ellos deciden y proclaman reunidos en asamblea universal, por supuesto con el dinero público que todos aportamos. Por cierto, la caza es contribuidora neta a las arcas públicas a través de los diferentes impuestos y tasas que la afectan y regulan, mientras que estos mal llamados conservacionistas, francamente, no lo sé.

La cosa no queda ahí, si no que el fiscal del menor ante esto, sigue la noticia, abre una investigación. Me he quedado sin palabras.

Hasta que no nos demos cuenta que la conservación es cosa de todos los agentes implicados, que no hay posiciones mejores que otras y que todos los puntos de vista tienen cabida, esto se llama democracia, no iremos a ninguna parte. Las posiciones radicales vengan de donde vengan no son la solución y sin duda contribuirán a fortalecer un enfrentamiento donde la única perjudicada será la naturaleza.

Menos mal que el sentido común empieza a entrar, despacio pero a entrar, y ya son muchos los que lo entienden así desde todos los sectores. El todo por la Naturaleza pero sin la Naturaleza (Fauna, flora, aguas, aire, entorno, medio, ser humano, agricultura, ganadería, caza, pesca......) es un discurso acabado. El éxito está en trabajar todos juntos y acabar con las posturas radicales vengan de donde vengan y que tan poco aportan.